Dormir bien también es parte de cuidar el peso
- Dr. Tito Cabezas
- 30 may
- 3 Min. de lectura

En el abordaje clínico del sobrepeso y la obesidad, es habitual centrarse en dos pilares fundamentales: alimentación y actividad física. Sin embargo, el sueño sigue siendo una de las variables más ignoradas en la conversación sobre el control metabólico. Lo que muchas personas desconocen es que dormir poco o mal puede convertirse en un factor de riesgo relevante para el aumento de peso y el desarrollo de enfermedades metabólicas.
En la práctica médica diaria, es común encontrar pacientes que luchan contra el aumento de peso sin identificar una causa aparente. Si bien factores como la dieta y la actividad física son fundamentales, el sueño desempeña un papel importante en la regulación del metabolismo y el control del apetito.
El vínculo entre el sueño y el metabolismo
El sueño es un proceso activo y cíclico, estructurado en fases que se repiten aproximadamente cada 90 minutos. Las etapas N1 y N2 corresponden al sueño superficial, la fase N3 al sueño profundo, y la fase REM a un periodo de intensa actividad cerebral. Entre todas, la fase N3 es especialmente relevante para la regulación hormonal. En esta etapa se equilibran hormonas clave como la leptina y la grelina, dos señales bioquímicas directamente implicadas en el control del apetito.
Leptina: producida por las células adiposas, comunica al cerebro que el cuerpo ha recibido suficiente alimento, reduciendo la sensación de hambre.
Grelina: secretada principalmente en el estómago, estimula el apetito y favorece la ingesta de alimentos.
Cuando el sueño se ve interrumpido o es insuficiente, los niveles de leptina tienden a disminuir, mientras que la grelina se eleva. Esta alteración hormonal puede traducirse en un aumento del apetito y, en el largo plazo, en un mayor riesgo de ganancia de peso. Estudios han demostrado que la privación aguda del sueño disminuye los niveles de leptina y aumenta los de grelina. Esta alteración hormonal puede traducirse en un aumento del apetito y, en el largo plazo, en un mayor riesgo de ganancia de peso.
Impacto en las elecciones alimentarias
Además de aumentar el hambre, la privación del sueño influye en la forma en que el cerebro responde a los alimentos. Estudios clínicos han demostrado que las personas con sueño insuficiente tienden a buscar opciones más calóricas, especialmente aquellas altas en azúcares y carbohidratos refinados. Esto eleva la ingesta calórica total, contribuyendo al desequilibrio energético y al aumento de peso.
Consecuencias metabólicas más allá del apetito
El impacto de dormir mal no se limita al aumento del apetito. Estudios han evidenciado que la falta de sueño puede reducir la sensibilidad a la insulina y alterar la tolerancia a la glucosa. Estos cambios metabólicos aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras condiciones relacionadas, como el síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares.
Dormir bien como parte de un bienestar integral
El sueño es un componente fundamental en la regulación del metabolismo y el control del peso corporal. En el contexto clínico, abordar los trastornos del sueño no debería verse como un elemento secundario, sino como una herramienta terapéutica complementaria en la prevención y tratamiento de la obesidad y sus enfermedades asociadas. Fomentar una buena higiene del sueño, entendida como el conjunto de hábitos que favorecen un descanso de calidad, puede mejorar la regulación hormonal, apoyar el control del apetito y favorecer un metabolismo saludable.
En Waswö, abordamos el sueño como un pilar fundamental de la salud integral. Dormir bien no solo mejora el bienestar diario, también puede marcar una diferencia significativa en el equilibrio metabólico y la prevención de enfermedades crónicas. Priorizar el descanso es también priorizar su salud.
Bibliografía
1. Effects of acute sleep loss on leptin, ghrelin, and adiponectin in adults with healthy weight and obesity: A laboratory study [Internet]. [citado 22 de mayo de 2025]. Disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/oby.23616
2. Knutson KL, Van Cauter E. Associations between sleep loss and increased risk of obesity and diabetes. Ann N Y Acad Sci. 2008;1129:287-304.
3. Spiegel K, Knutson K, Leproult R, Tasali E, Van Cauter E. Sleep loss: a novel risk factor for insulin resistance and Type 2 diabetes. J Appl Physiol Bethesda Md 1985. noviembre de 2005;99(5):2008-19.
Comments